Si os fijaís en las fotos, las aguas de esta zona del Indico que rodea a la isla de Zanzibar son de un color turquesa que quitan el "sentiiiio".
La verdad es que las playas del norte de la isla por donde estuvimos, erán muy bonitas y poco transitadas de guiris en estas fechas, por lo que merece la pena perderse en estas latitudes, y es más aún echamos en falta haber podido extender el viaje con algún día más en estos lares.
La isla de Zanzibar como tal no deja de ser una isla tropical, habitada por más de un millón de personas en su mayoría musulmana, y bastante desforestada y poco cuidadilla de suciedad. La capital es Stonetown o Zanzibar city, pero de esto hablaremos en el último episodio del viaje.
Uno de los días la mayoría de mis acompañantes lo dedicamos a ir a otra pequeña isla de alquiler a bucear. Las buenas lenguas, dicen que suele ser alojamiento private de Bill Gates, Madonna y compañía. En la isla no se puede poner pie a tierra porque es privada y se paga por estar en ella, pero si se permite bucear entre los corales que afloran cercanos a su orilla. Y he aqui, por donde estuvimos disfrutando de una mañanita con las aletas, el tubo y las gafas viendo mucho pez y coral de diferentes colores.
Cercana a la isla de Zanzibar, se encuentra la isla de Pemba, por la que se suele sobrevolar desde el aeropuerto de Tanga en el continente.
Bueno y nada más, ya os cuento el último eslabón de este viaje en el próximo episodio. Chauuuuu...
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