El primer contacto con Bangkok, nos llevo a khaosan Rd. es la típica calle de "guiris" escandinavos, britanicos, australianos y norteamericanos, entre simpaticos tailandeses y sobre todo tailandesas, que ofrecen de todo. Aquí, en la capital de la falsificación, del traje de Armani a medida, del tatuaje, del tentempie a base de wok y saltamonte, y del masaje "especializado", pasamos la primera noche en un albergue joiamente...., bueno omito la opinión, porque salí de él bien tapizado de diminutos puntitos rojos con un picor que fui arrastrando durante todo el largo viaje tailandes. Si, las pulgas se me subierón al cuerpecillo serrano, y como estaba tan muerto de sueño ni me entere.
Tailandia es el país de la sonrisa, y eso tengo que decirlo, esta confirmado en propia persona. Todos se rien, no se de que, pero rien y rien sin parar. Y eso es de agradecer para una sociedad como la nuestra en donde parece que siempre estamos cabreados. En estas fotos quiero representar algunas escenas de la ciudad. Los monges budistas esperando el tren, la familia vistiendo a su hijo, las oraciones de las gentes.
Los famosos Tuk-tuk, te paran en cualquier sitio y los conductores avispados te intentan vender la moto, llevandote a ver no se cuantos templos por pocos bats, pero hay que tener cuidado, ya que la mayoría de las veces por no decir que todas, el interes reside en que visites los comercios y sexshops con los que tienen apalabrados y obtienen beneficio. Si en alguno de ellos repetidamente no ofreces interes alguno, normalmente te pueden dejar tirado en cualquier sitio de la ciudad. Tomar un tuk-tuk es una experiencia a pesar de ello, pero yo ya os lo advierto.
Me despido de Bangkok hasta el retorno de mi final de viaje, mostrando mi paso por el mercado flotante de Soduak, y su mercado callejero. Bajo un calor moruno, me levante tempranito para ir a visitarlo, pero ya habían recogido. No obstante en Bangkok, teneís otros mercados flotantes muy interesantes. Soduak es el más famoso y más grande (esta a unos 40 km de Bangkok, hacía el suroeste).
Partiendo en tren hacía Ayuthaya, la antigua capital del reino de Siam. Es una ciudad repleta de templos destruidos por el paso del tiempo, y muy apetecible recorrerla en bicicleta, con el cuidado de que en este país se conduce por la izquierda. Eso es lo que hicimos, bicis y al pedal, a ver templos y algún elefantito, que a diferencia del áfricano, están todos domesticados, ya que apenas existen elefantes asiaticos en estado salvaje. Esta ciudad museo, me recordaba a la escenografía de donde vivian los orangutanes en la famosa novela de kipling "El libro de la selva".
La entrada a los templos requiere un silencio, descalzarse y comportarse con respeto.
Y para cerrar esta primera parte del viajecito, os dejo con la estancia en Chiang Mai. La capital del norte del país, y capital cultural. Esta repleta de pagodas y templos, entre los que se encuentran los de Jedi Luang, Pha Pong, Bupparam. El albergue en Chiang Mai estaba muy bien, con su piscinita, como el de Ayuthaya. A Chiang Mai llegamos en tren nocturno desde Ayuthaya. Y la verdad estaba tan fuerte el aire acondicionado, que casí me congelo dentro de la litera. Chiang Mai es la puerta de entrada al P.N. Doi Ithanon, y la ruta al triangulo de oro y Chiang Rai. Pero eso os lo contaré en otro articulo.
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